miércoles, 30 de diciembre de 2015

PSICOSIS COMPARTIDA EN PUERTO HURRACO

Por un momento volvamos la vista unos años atrás, concretamente al verano de 1990. Imagínense la España profunda, una pedanía perteneciente a la provincia de Badajoz. Una familia de cuatro hermanos de mediana edad, afincados prácticamente toda la vida en el pueblo que les vio crecer, Puerto Hurraco.

La historia de la familia Izquierdo se remonta 30 años atrás de aquel sin sentido verano. Seis eran los hermanos por aquel entonces quienes con sus padres se habían trasladado a aquel pequeño pueblo.

Todo comienza por desavenencias en torno a unas lindes, un desacuerdo entre el cabeza de los Izquierdo y el abuelo de otra familia conocida en la pedanía, los Cabanillas. Este conflicto, que tan corriente ha sido y es en nuestro país, sería solo el origen y donde el delirio de estos hermanos se asentaría.

Sin importarles mucho el desentendimiento entre su familia y la de los Cabanillas, Luciana, la hermana mayor de los Izquierdo, y Amadeo Cabanillas vivieron una historia de amor que no acabaría como Luciana hubiese deseado, ya que finalmente el hombre declina contraer nupcias con ella, algo más que añadir al cajón de odio de la familia Izquierdo. Un repunte personal que acabaría por despertar y contagiar un odio desmesurado entre los cuatro hermanos protagonistas de esta masacre. Poco tiempo después de esta renuncia, Amadeo es asesinado a manos de Jerónimo Izquierdo, 14 puñaladas totalmente innecesarias para causarle la muerte.

Tantos años después como puñaladas, Jerónimo sale de prisión y vuelve a vengar a su familia hiriendo de gravedad a otro miembro de los Cabanillas. Venganza motivada por la muerte de su madre en el incendio de la casa familiar causado dos años atrás.

Todo lo que rodeaba a los Izquierdo era suspicacia hacia los demás, una desconfianza generada a raíz de aquellas desavenencias que poco tenían que ver con el resto de la familia. A todo ello había que sumarle la poca o inexistente cultura de la que carecían los hermanos. Sus relaciones interpersonales eran prácticamente nulas, limitándose en exclusiva a un círculo familiar absolutamente tóxico.

¿Pero era un recelo todos al unísono o había un perfil o mente impulsora detrás que instigaba y aumentaba aún más rencor si cabía?
Si lo había, el perfil tenía nombre propio, Luciana Izquierdo. Una mujer de poco atractivo físico y con una vida limitada a su familia exceptuando un gran fracaso sentimental. Era para ella tan importante un futuro con aquel hombre que el despecho y resentimiento se habían convertido en el día a día de la mujer, una obsesión que le llevaría a convencer a sus hermanos del mal que le había causado Amadeo, hasta tal punto que su fracaso emocional sería también un fracaso para el resto de los hermanos.

Estaríamos hablando de un trastorno psicótico compartido o folie à deux, teniendo origen en Luciana como la figura más fuerte de todos los hermanos, la que posiblemente manejaba todos los hilos, y ellos como marionetas se movían a su antojo. Este trastorno se caracteriza por la transmisión de delirios de una persona a otra, y suele darse con más frecuencia en aquellas personas que conviven durante un largo periodo de tiempo de manera prácticamente aislada y ajena al resto de la sociedad, normalmente en familiares que viven en dicha situación. Los hermanos Izquierdo convivían todos en la casa familiar, eran los cuatro hermanos solteros y apenas se relacionaban con el resto de vecinos. Los enfrentamientos de lindes que su progenitor tuvo con los Cabanillas eran la antesala a la idea delirante que Luciana empezaría a desarrollar tras ser rechazada por un miembro de aquella familia.

Estamos hablando de una familia con un bajo nivel cultural e intelectual que bien podrían ser los agentes facilitadores para derivar en un trastorno de este tipo. Por usar algún término, los inducidos tienen una personalidad sugestionable que en gran medida vendría originada por esa carencia cultural.

Por toda esa obsesión confabulada, la noche del 26 de agosto de 1990, los varones de la familia Izquierdo decidieron urdir una venganza en su pueblo, a aquel pueblo que, según la creencia de estos hermanos, le había dado muerte a su madre seis años atrás en el tiempo. 

Momento de la detención de los Izquierdo
Los delirios tan auténticos en sus pensamientos, pero tan alejados de la realidad consiguieron contabilizar un total de 9 fallecidos. Una cifra muy inferior a lo que los hermanos creían haber elaborado. Como trastorno crónico en el tiempo y recurrente que es el psicótico compartido, la idea de estos hermanos había ido a más. La intención de seguir dando muerte a cualquier vecino que tuvieran “a tiro” se había intensificado, aunque finalmente fueron arrestados sin poder recrearse más en su venganza.

Creían que por fin habían comenzado a saldar su sufrimiento, el sufrimiento que durante 30 años les había convencido de que habían sido víctimas de un pueblo que más tarde los convertiría en verdugos, el sufrimiento de Luciana. 




Enlace a entrevista a Ángela y Luciana. Fuente Antena3.




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